El valle de Leyda posee una fuerte influencia marítima debido a su cercanía con el océano Pacífico. Esta área es fresca y permite una suave y lenta maduración de la fruta, lo que determina una mayor retención de acidez. Los suelos pobres además aportan mineralidad y frescor a los vinos.
Leve color amarillo con reflejos verdes. Intensos aromas recuerdan frutos tropicales, cítricos y sutiles notas herbáceas típicas de la variedad. Fresco, llena la boca de frutas, su gran intensidad frutal está perfectamente equilibrada por una viva acidez y sutil nota mineral.